En un momento en el que muchos negocios se han visto obligados a cesar la actividad, son muchos los empresarios que han solicitado a los propietarios de los inmuebles en los que tienen ubicadas sus empresas algún tipo de ayuda para aligerar la carga económica que les está ocasionando la crisis sanitaria del covid-19. Ante esta situación es importante que tanto propietarios como arrendatarios tengan claros cuáles son sus derechos y obligaciones o qué estrategias pueden seguir unos y otros para encontrar aquellas fórmulas en las que ambas partes puedan sobrellevar la situación.
“Si bien la crisis del covid-19 nos ha afectado a todos de una manera o de otra, en el ámbito empresarial no ha sucedido lo mismo”, aclara Gerard Plana, director del Departamento de Industrial-Logística de Forcadell. Según Plana, “de hecho, hasta la semana pasada hubo empresas que, por su actividad, pudieron sortear la crisis y, encontrar en ella una oportunidad para seguir funcionando o incrementar ventas; sin lugar a dudas, estas últimas son consideradas una excepción.” Supermercados/Alimentación, Farmacéutico o Logístico, por el momento, son algunos de los sectores que entrarían dentro de este grupo.
Dentro del real estate, el retail y las oficinas son las dos ramas que abarcan un mayor número de empresas afectadas. “En retail, ya hay muchas marcas que se han puesto en contacto con los propietarios de sus inmuebles para buscar conjuntamente una solución”, explica Xavi Aguilar, director de Locales Comerciales de Forcadell. También, en el lado contrario, muchos propietarios se han avanzado a los hechos y han empezado a estudiar cómo afrontar la situación. “Los fondos de inversión y socimis más importantes del país nos lo han dejado claro: no abandonarán a sus inquilinos en este momento y están analizando la afectación de cada una de las marcas y empresas que se ubican en sus inmuebles para ofrecer la mejor fórmula”, detalla Manel de Bes, director de Oficinas.
Una de las estrategias por las que más se está apostando es la de condonar o reducir el alquiler durante aquellos meses en los que la empresa no haya podido desarrollar su actividad. En la mayoría de los casos, esta fórmula se está llevando a cabo a cambio de una compensación futura por parte del inquilino:
Prorratear la renta de alquiler del periodo de alarma durante el próximo año.
Si todavía no ha pasado el plazo, ampliar el obligado cumplimiento del contrato.
En el caso de que el contrato contemplase en un futuro una subida de rentas, ampliar el porcentaje futuro del incremento.
“Es importante esclarecer que éstas son algunas de las fórmulas que están acordando libremente y de manera solidaria propietarios y arrendatarios”, aclara Toni López, director del Área de Inmobiliaria de Empresa, pero que en ningún caso, dentro del marco legal actual, el propietario particular está obligado legalmente a socorrer al inquilino de su nave, local u oficina. “Con lo que se puede extraer una conclusión muy positiva: a raíz de la crisis sanitaria del covid-19, el sector inmobiliario está mostrando su cara más humana, mostrando su verdadera esencia. Sin ninguna obligación, propietarios e inquilinos están llegando a acuerdos para sobrellevar conjuntamente la adversidad”. A la hora de buscar fórmulas para compartir la carga, López destaca que “es importante no generalizar y analizar caso por caso: hay muchos propietarios que necesitan los ingresos de las rentas para vivir o desarrollar sus propias actividades empresariales.”
Anterior