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Vender una propiedad heredada requiere seguir diversos procedimientos legales, fiscales y registrales. El desconocimiento o abordar estos pasos de forma incorrecta puede tener un impacto negativo en la venta, retrasándola o incluso bloqueando la operación.
Garantizar que se sigue todo el proceso correctamente pasa por contar con asesoramiento experto que facilite una venta rápida y segura al finalizarlo. A continuación, se detallan los trámites esenciales a tener en cuenta para el proceso de venta de un inmueble heredado sea ágil.
Formalizar la aceptación de la herencia
Antes de aceptar la herencia, es necesario en primer lugar obtener un certificado literal de defunción (lo remite el ministerio de justicia por vía telemática a los interesados) para solicitar l el certificado de últimas voluntades y el certificado de contratos de seguro de vida a través del Ministerio de Justicia mediante certificado digital. Permite conocer si la persona fallecida otorgó testamento y ante qué notario, lo cual es clave para continuar el trámite. En caso de que no exista testamento, se debe tramitar una declaración de herederos abintestato ante el Notario competente del último domicilio del fallecido.
Posteriormente hay que aceptar formalmente ante notario la herencia mediante escritura pública o documento legalmente válido. Mediante este trámite los herederos se convierten en titulares del inmueble y, de este modo, pueden transmitirlo a otro a través de la compraventa.
Sin esta aceptación, no puede inscribirse la propiedad a nombre de los herederos, imposibilitando la posterior venta.
Liquidar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones
En cada transmisión hereditaria se generan dos obligaciones fiscales. Una primera, referida al pago del Impuesto de Sucesiones. Este trámite varía según cada Comunidad Autónoma, pudiendo haber bonificaciones o reducciones fiscales. Aun así, es un paso obligatorio, incluso si no se abona importe alguno. Y una segunda obligación consistente en liquidar el impuesto sobre incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana (antigua plusvalía) ante el Ayuntamiento en el que ubiquen los inmuebles que formen parte de la masa hereditaria
El plazo para liquidar ambos impuestos es de 6 meses desde la fecha de fallecimiento.
Contar con asesoramiento experto es clave para evitar errores en la declaración, beneficiarse de posibles ventajas fiscales y no demorar el resto de la operación.
Inscribir el inmueble a nombre de los herederos
Tras la aceptación de la herencia y la liquidación de las obligaciones fiscales generadas, cabe proceder a la inscripción del inmueble a nombre de los herederos en el Registro de la Propiedad correspondiente.
Un inmueble no registrado correctamente a nombre del heredero no podrá ser vendido, o bien generará dudas en la negociación que pueden derivar en la pérdida del comprador.
Revisión de los datos del Catastro
Es importante comprobar que los datos del Catastro coincidan con los del Registro de la Propiedad y los del inmueble real. Incongruencias pueden generar problemas o retrasos al vender.
Verificar el estado de cargas y pagos del inmueble
Antes de poner la propiedad en el mercado, es fundamental verificar que está libre de cargadas o deudas. Entre los aspectos a revisar, se halla el estado del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), los pagos de los suministros y de la comunidad de vecinos si fuera el caso, o posibles cargas como hipotecas no canceladas.
La existencia de cargas puede ser un freno y complicar el proceso de compraventa, además de afectar posiblemente al precio de mercado de la propiedad.
Obtener el certificado energético
Previo a la venta del inmueble, es obligatorio disponer del certificado de eficiencia energética y la cédula de habitabilidad, para entregarlos al comprador.
Al aceptar la herencia de una vivienda, fijar correctamente su valor es un paso clave que muchas veces se pasa por alto. Ese valor no solo determina los impuestos a pagar en el momento, sino que también afecta directamente si más adelante se decide vender.
Si se declara un valor por debajo del real, es posible que se pague menos al heredar, pero al vender, Hacienda puede considerar que has obtenido una ganancia muy superior y exigirte tributar por ella, aunque no haya habido un beneficio real.
Por eso es fundamental contar con el asesoramiento de un profesional inmobiliario. Solo con una valoración ajustada al mercado se evitan problemas fiscales y se garantiza una venta posterior sin complicaciones.
Estos son los principales trámites que se tienen que realizar para poder vender una propiedad que se ha heredado. La intervención de profesionales especializados en derecho hereditario y gestión inmobiliaria es clave para agilizar los tiempos, reducir errores y resolver cualquier situación compleja antes de que se convierta en un obstáculo para la venta.
Este acompañamiento legal y técnico desde las primeras etapas del proceso permite anticipar requerimientos, preparar la documentación adecuada y transmitir mayor confianza al comprador.
Cabe señalar que cada proceso es diferente y presenta sus particularidades, aspectos como si se trata de un único heredero o varios (en cuyo caso se necesitará de consenso para vender o si no se producirán otros trámites y procesos) influyen en cada herencia y compraventa.
Por tanto, la venta de una propiedad heredada requiere algo más que una intención de vender. Involucra una serie de pasos legales y administrativos que deben estar bien coordinados. Una gestión proactiva, bien documentada y respaldada por profesionales puede marcar la diferencia entre una venta fluida y una operación frustrada por demoras o irregularidades.
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