Pasados los 3 meses desde que fue aprobada en el Congreso de los Diputados, hoy entra en vigor la nueva ley de crédito inmobiliario, una reforma hipotecaria que incluye 8 principales cambios y que hace una clara apuesta por la información y la protección de las personas que piden un préstamo.
“El espíritu de la nueva normativa es el de proteger al consumidor y al usuario”, explica Lluís Català, socio de Forcadell, director del Área de Gestión – Corporativa y experto en Derecho Inmobiliario. “De hecho, la aprobación de esta ley supone adaptarse a la normativa europea ya existente. Bruselas contantemente ha estado reclamando al Gobierno Español que se adaptase la misma.”
Desde el punto de vista inmobiliario, Marta Vilana, directora del Área de Comercialización de Viviendas, apunta que “la incertidumbre en el sector inmobiliario no favorece su dinamismo ya que pospone decisiones y, en este sentido la aprobación y aplicación inmediata de esta ley después de un largo periodo puede aportar cierta estabilidad.” Sin embargo, se prevén ciertos desajustes iniciales o retrasos en las tramitaciones que preocupan seriamente al colectivo de promotores y constructores. Consumidores, notarios y entidades bancarias llevan meses preparándose para la aplicación de la reforma hipotecaria, proceso que ha comportado algunos rifirrafes entre sectores: algunas gestorías han acusado a la nueva normativa de propiciar un monopolio de notarios, y las entidades bancarias y los notarios han tenido un desacuerdo a la hora de decidir aspectos técnicos.
A partir de hoy, el cliente que solicite un préstamo tendrá el derecho y obligación de estar asesorado de manera gratuita por un notario, quien le deberá explicar con todo detalle los puntos más importantes de la hipoteca bancaria. Según Català, “de esta manera, se ganará en transparencia y se disminuirá notablemente el gran volumen de litigios que han comportado las hipotecas en España; de hecho, ésta es una herramienta útil para frenar, también, un gran número de posibles desahucios.”
“Pese a que éste no sea el objetivo de la ley, que las entidades financieras carguen con el peso de todos los gastos excepto el de la tasación, podría implicar un encarecimiento de las hipotecas en los posibles diferenciales o en los tipos fijos que ofrezcan las entidades”, explica Toni López, socio de Forcadell y director del Área de Inmobiliaria de Empresa. “Sin embargo, pese a esta previsión inicial que apunta al encarecimiento de los créditos hipotecarios, lo cierto es que algunas entidades bancarias han empezado a fijar posturas en el sentido contrario.”
Marta Vilana comenta algunas de estar posturas: “Hemos empezado a ver ofertas de créditos hipotecarios a tipo fijo más competitivo y sin repercusión de costes. En mi opinión, las entidades bancarias han estudiado las nuevas reglas del juego y, conocedoras de que no podrán tener productos vinculados y que la transparencia es obligatoria, utilizarán el precio como arma principal de competitividad”.
La nueva ley hipotecaria obliga al banco a evaluar en profundidad la solvencia del futuro hipotecado y a consultar el historial crediticio del cliente en el Banco de España. “De esta manera, aseguras la solvencia de la operación, reduces notablemente el riesgo de impago del crédito y aportas, finalmente, confianza en los distintos actores que formarán parte de una operación inmobiliaria, lo que se traduce en una mayor confianza en el mercado”, concluye Toni López.
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