Rehabilitar patios interiores: una inversión clave para revalorizar una finca

A la hora de abordar una rehabilitación en una comunidad de vecinos, los patios interiores quedan en muchas ocasiones en segundo plano tras fachadas y exteriores, la cara más visible del edificio. Sin embargo, son espacios que influyen en el mantenimiento de la estructura y cumplen un papel importante en cuanto a ventilación, iluminación y salubridad de la misma.

De hecho, no prestarles la atención adecuada puede implicar futuros problemas estructurales, humedades persistentes y, en general, una pérdida de confort para los vecinos, así como de valor estético y patrimonial del inmueble. Por ello, una rehabilitación profesional en el momento adecuado puede ser clave.

Señales que indican que el patio interior necesita una intervención

Cuando el mantenimiento de un patio interior se descuida, sus funciones de ventilación y entrada de luz se ven afectadas, pudiendo aparecer moho, malos olores o humedades. Algunas señales que indican que es necesario intervenir son:

• Presencia de humedades o moho en paredes.
• Desprendimientos de revestimientos o pintura.
• Olores persistentes en los bajos del edificio.
• Desagües obstruidos que provocan acumulación de agua.
• Filtraciones cuando llueve intensamente.

Saber reconocer estas señales a tiempo y actuar sobre el espacio marcará la diferencia para evitar daños mayores y controlar el gasto que puede derivarse de esta situación.

Rehabilitar patios interiores también es revalorizar el patrimonio

Más allá de estas funciones comentadas, el patio interior es un espacio de la finca con un impacto grande en la imagen del edificio. Un entorno cuidado, luminoso y limpio favorece el atractivo de la comunidad de vecinos para posibles compradores o inquilinos, a la vez que aumenta la calidad de vida de los residentes.

Una rehabilitación integral puede incluir la reparación de revestimientos, sustitución de bajantes, pintura antihumedad, impermeabilización y mejora de la ventilación natural, etc. Estas actuaciones revalorizan el inmueble y, al mismo tiempo, aseguran su buen mantenimiento, alargando su vida útil.

Las obras en patios interiores son, además, una oportunidad para incorporar mejoras energéticas, gracias a intervenciones discretas que optimizan notablemente el bienestar y el consumo energético del edificio. De este modo, también se influye en el control del gasto de la comunidad de vecinos y en el impacto medioambiental.

Rehabilitar un patio interior es pues cuidar de los que residen en el edificio. Los patios interiores son espacios que permiten la circulación del aire, que aportan luz y bienestar. Por eso, cuando se acometen este tipo de actuaciones, hacerlo con una mirada integral y profesional es esencial y lo más recomendable es contar con expertos como los de MEYRI, con más de 25 años dedicados al mantenimiento y rehabilitación de inmuebles.